Eres odiado y amado.
Tu corazón es negro y tu sabor, a veces, azucarado.
Pocos te disfrutan al 100%.
Te comparten con otros placeres mundanos.
Hablan de ti como el nectar de los dioses.
Dicen que hueles a cielo recién molido.
Dicen, dicen y dicen.
Pero lo único que sé es que donde hay vida, hay café.
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